Sigo siendo de la opinión que esto del 15-M está funcionando a modo de fuga de presión de una olla que está cercana a explotar, y sin duda alguna, cuanto más dejen desfogarse a determinados sectores que, sin entrar a valorar otras cuestiones, están realmente cabreados, antes acabará todo esto.
No quiero entrar a valorar, pero muy por encima valoro, pues dentro de un estado de frustración verdaderamente comprensible dentro de un sector bastante amplio, uno no puede dejar de empatizar y comprender lo que sucede, pero tampoco puede obviar que es la extrema izquierda, con su larga experiencia en autoorganización, la que se ha hecho con el chiringuito.
Lo que sucede, y es algo que históricamente viene siendo habitual, es que la extrema izquierda es demasiado heterogénea y por lo tanto, en momentos como los actuales, incontrolable. ¿Por qué digo esto? Es sencillo, parece ser que al Señor Cayo Lara , coordinador federal de Izquierda Unida, le ha salido el tiro por la culata en un intento ruin y mezquino de aprovechamiento político, y varios periodistas , algunos de los cuales representan medios bastante afines a la extrema izquierda alineada, han sido agredidos, pensando que tal vez por pertenecer a esos medios tenían patente de corso para hacer y deshacer. Resulta bastante irónico ¿verdad?
A la izquierda esto se le va de las manos, y en vez de haber tomado medidas los últimos años mientras este desastre se iba gestando, mientras los arribistas llenaban sus codiciosamente sus bolsillos, y haber evitado lo que está sucediendo, ahora el perro está rabioso y empieza a morder la mano que le ha dado de comer…
De momento, yo me preparo las palomitas por que promete ser interesante, luego ya veremos...ya les contaré.
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