Ni legitimidad, ni
misa, ni Evangelios, ni crucifijo, ni juramento...por «constitucional»
que sea, ¿qué encarna, qué es en el fondo una monarquía, sino el gran
signo a través del cual la Patria se afirma a través del tiempo, los
cambios y la muerte? Si deja de ser tal cosa, si ya no encarna el signo
de la unidad que, a través de los siglos, mantiene juntos a los hombres
que nacen, viven y mueren, ¿para qué diablos queremos a un "rey"?
Y yo que soy monárquico hasta el dolor respondo: para nada.
Y yo que soy monárquico hasta el dolor respondo: para nada.
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