Por grotesco que resulte, policías que patrullan las calles de Madrid en coches del Cuerpo Nacional de Policía tienen auténticos problemas para disponer... de coches patrulla. Así, en muchos días conseguir el vehículo en el que realizar su trabajo se convierte una verdadera aventura.
Pero los grandes perjudicados no son los propios policías sino los ciudadanos, que tal y como denuncia la Confederación Española de Policía (CEP) ven como el tiempo de respuesta cuando llaman al 112 o al 091 ha aumentado considerablemente.
Y es que si la previsión es que en cada turno haya unos 90 vehículos patrullando por las calles de Madrid, en la actualidad el número de coches en servicio no llega a los 60, cifra de la que además hay que descontar las vigilancias hospitalarias, es decir, los policías que vigilan a los presos cuando están ingresados en hospitales.
Así, se puede afirmar que en la práctica hoy por hoy circulan por Madrid menos de la mitad de patrullas policiales de las que debería haber. Con ello como decimos se ha elevado el tiempo de respuesta a las demandas urgentes de los ciudadanos, pero es que además en caso de situaciones de peligro resulta mucho más difícil que lleguen los "refuerzos", es decir, los coches de apoyo para poder enfrentarse a lo que esté ocurriendo.
Buscando coches por las comisarías
Para los propios policías la situación tiene tintes grotescos: en muchas ocasiones empiezan su turno sin disponer de coche patrulla, por lo que se limitan a esperar en la comisaría hasta que por alguna razón un vehículo queda libre en una comisaría de Madrid.
Esta "vacante" se puede dar en cualquier comisaría de Madrid, así que los policías tienen que desplazarse hasta el lugar en el que esté el coche disponible. Como no sería muy lógico que se trasladasen en taxi tienen que esperar a que otro coche de los que en ese momento esté patrullando las calles se acerque y les lleve de una comisaría a otra, es decir, que en ese momento no hay uno sino dos coches patrulla que no están vigilando las calles ni a disposición de los ciudadanos.
Como es lógico, este proceso se repite cuando los policías terminan su turno: tienen que acabar antes de su hora y requerir que otro coche patrulla los traslade a su comisaría de origen. El resultado: menos coches y menos policías en las calles.
Pero tener coche tampoco soluciona todos los problemas: para empezar los vehículos están en un estado que desde la CEP no dudan en calificar de "lamentable", de hecho la empresa responsable del renting ha dejado de asumir la reparación de muchos vehículos porque la cantidad de averías hace el coste insoportable.
No sólo en los coches
Otro aspecto llamativo es la escasez de ruedas: hay un cupo asignado cada año a cada vehículo, obviamente muy poco generoso y que cuando se termina es imposible ampliar, por lo que según avance este 2011 muchos coches podrán quedarse en los garajes por no tener ruedas.
Obviamente, estos problemas no se circunscriben sólo al parque móvil: según denuncia el CEP la última promoción de antidisturbios recibió en su equipamiento un único uniforme y de verano, con lo que además de haberse tenido que gastar su propio dinero en ropa interior con la que poder calentarse, ha llegado a ocurrir que algunos policías no han podido salir a trabajar ciertos días... por no tener uniforme.
El armamento también es objeto de quejas: los policías que ahora están entrando al servicio reciben pistolas reglamentarias de hace 25 años, en ocasiones montadas rescatando las piezas todavía operativas de hasta tres armas diferentes que no funcionan independientemente.
Eso debe ser a lo que los politicos últimamente aluden cuando hablan de reformas y políticas enfocadas a la productvidad.
ResponderEliminarPaciencia, pues.