La Hispanidad debe retornar a su misión que
es, en realidad, idéntica a la del cristiano de todas las épocas y
circunstancias de la historia desde Su muerte en la Cruz: amar el bien,
buscar la Verdad, forjar la belleza, reconocer e imponer el orden.
Tender a lo absoluto, pensar en lo permanente, restaurar lo natural
según lo sobrenatural, empinarse desde la tierra anhelantes del cielo.
Distinguir lo estable a través de lo cambiante, detectar lo necesario a
pesar de lo contingente, enamorarse de lo universal a partir de lo
relativo, descubrir la unidad ... en medio de lo múltiple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario