La Ministra de empleo afirma que la reforma laboral ha inaugurado una "nueva cultura del empleo basada en reforzar la colaboración". Estilo Orwell. En Alemania se llaman "minijobs", en el Reino Unido, "contrato de cero horas", no son exactamente lo mismo, pero van por sendas parecidas, la misma que emprenden las sucesivas reformas laborales en España: Asumir la desigualdad como algo imposible de modificar y seguir manteniendo la respiración artificial de una sociedad centrada en el empleo.
Asumir lo artificial y desligar al hombre de su misión natural.
Esto se traduce en precariedad vital para los muchos. Bajar porcentajes de desempleo a costa de aumentar los trabajadores pobres, reducir la calidad del empleo, bajar salarios, erosionar derechos...a la vez que desenraízan al sujeto de su familia, entorno social más próximo y anhelos naturales.
El Estado Servil odia nuestra humanidad mientras vende flexibilidad.
La flexibilidad de las dos caras, una ya la conocemos, adaptar todos los ritmos de la vida a las necesidades del mundo/empresa, a la esclavitud moderna. La otra está por construirse, aunque ya existió tiempo atrás, y tiene que ver con dar otro uso a esos mal llamados recursos sociales tales como la vida, el tiempo, la familia,...un reparto natural y lógico que asegure ingresos y reconozca la actividad social que se hace y no solo la que se tiene a través de un empleo.
El hombre debe construir, para ello necesita trabajar, pero sin la esencia que le sostiene frente al Mundo (Fe, familia, tiempo, suelo, sociedad...), ese trabajo lo -nos- convertirá en autómatas teledirigidos.
Señor, líbranos del Mal.
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