El amor que se destroza ante el dolor no era sino egoísmo disfrazado.
Sólo el amor soporta. El odio no sabe soportar. Sólo el amor espera, el odio desespera... primero de sí mismo - y esto no se lo perdona al prójimo- después de los demás y finalmente de Dios.
Dolor es la estrecha escalera por la que el amor asciende a mayores alturas... para el odio es el dolor un descenso las profundidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario