Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen. (San Mateo 2,18)
Así dice Yahvé: En Ramá se escuchan ayes, lloro amarguísimo. Raquel que llora por sus hijos, que rehúsa consolarse -por sus hijos- porque no existen.(Jeremías 31:15)
En 2015 Raquel tiene quien piense por ella...ya no sabe llorar.
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