No he conseguido encontrar la portada de la edición que poseo, Selecciones Austral de Espasa Calpe 1982. |
No me gusta ser contradictorio, aunque debido a mi naturaleza humana no puedo dejar de serlo. Esto me sucede principalmente por que siempre que recibo la crítica de algún lector hacia los libros que comento en este blog es en relación a que suelo tratar muy bien a los libros y a sus autores. Lo que suelo responder es , primero, que solo acostumbro reseñar libros que creo merezca la pena ser leídos y no todo lo que leo, y segundo, que el blog es mío y hago las críticas que se me ponen en los mismísimos…esto lo digo por que hay por este ciber espacio mucho profesor frustrado e intento de intelectual.
Por ello voy a realizar la crítica de “Los españoles en la historia” de Don Ramón Menéndez Pidal, autor al que ciertos sectores detestan pero que no me cansaré de reivindicar , pese a sus errores, como una de las figuras claves en el eterno debate acerca del “Ser de España” y , como breve síntesis de todo su trabajo relacionado acerca del mencionado debate, está esta obra, que con sus luces y sus sombras no voy a dejar de recomendar.
Resulta que lo tenía en la biblioteca de mi estudio cuando un buen amigo, una tarde me preguntó si lo había leído y la verdad es que no, lo tenía algo olvidado y cuando este amigo me lo resumió muy por encima me lancé a devorar el estudio con ansia y muchas ganas.
No me decepcionó…pero matizaré.
El ensayo en sí consta de 5 partes bien delimitadas, de las cuales cuatro , las más estrictamente académicas, son de una genialidad de altura, mientras que la última supone un triste epitafio para una gran obra. Me explico.
Las cuatro primeras partes del estudio (Sobriedad, Idealidad, Individualismo y Unitarismo y Regionalismo) son el fruto de una vida dedicada al estudio de la cultura e historia de España, así como a la reflexión de lo que supone la filosofía hispánica a lo largo de la historia y sus consecuencias en lo que ahora somos como pueblo y como individuos. El autor desmigaja , explica y razona todo el proceso histórico-cultural que nos define como somos, aunque si bien es cierto, debemos tener en cuenta que la obra, si mal no recuerdo, es escrita en los años 40 y tristemente la vida y (no la filosofía) hispánica han cambiado demasiado, por lo menos en una porción importante de la población y en la actualidad habría que matizar demasiadas cosas, principalmente en lo referente a la población urbana de nuestro machacado terruño. De hecho y en referencia a esto, en su prólogo de “España una historia única” el profesor S.G.Payne trata el tema de cómo la sociedad española ha dejado de ser una sociedad tradicional en tan poco tiempo, principalmente desde los años 60.
Aun así , las reflexiones de Don Ramón son acertadas en gran parte, cuando aborda la sobriedad ética y moral española, la tradicionalidad y el misoneísmo, el individuo y la colectividad, la religiosidad, la decadencia bajo medieval y su restructuración bajo los Reyes Católicos, sus circunstancias y aciertos, etc… todo desde una perspectiva histórica en muchos puntos incuestionable.
El cuarto capítulo, “Unitarismo y Regionalismo”, torea por aguas ya demasiado emponzoñadas, acierta (como siempre) en su análisis histórico, cuando desarrolla la aparición y los excesos del localismo en la España , idealiza quizás la unidad durante los Godos y da de lleno con los Nacionalismos. No obstante aquí ya saco a ruedo mi primera pega y es que Don Ramón en sus juicios de valor y principalmente en sus planteamientos futuros peca, aunque levemente todo sea dicho, de modernismo a la Europea. Tampoco se moja demasiado pero ya deja entrever lo que , en mi opinión, es el error del estudio.
El Capítulo V, “Las dos Españas” , entra demasiado en juicios de valor y en un deseo casi progresista de tolerancia y comprensión entre esas dos Españas, cosa que sería muy bonita pero que retrocediendo en sus mismas páginas, el ensayo mismo se encarga de desacreditar a Don Ramón, quien deja entrever que sueña con la democracia en España…gracias a Dios no ha podido ver que su sueño en la actualidad se ha convertido en una verdadera pesadilla.
En fin, una obra muy recomendada para quienes amamos nuestras raíces y nos preguntamos aquellas cuestiones tan trascendentales como las manoseadas ¿Quiénes somos? y ¿De donde venimos? Pero que en la última cuestión , ¿A dónde vamos? Tropieza con un buenismo (sin acritud ninguna) que nos demuestra que como historiador, sociólogo y profesor fue y sigue siendo extraordinario, pero como profeta estaba demasiado equivocado.
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