sábado, 8 de octubre de 2011

Hoy toca la Leyenda Negra

La Leyenda Negra. Un invento contra España, de Philip W. Powell.

Editorial "Áltera" 2008


Me van a permitir que inicie esta crítica con un gran y sonoro “acojonante”, de otra manera es complicado explicar el regustillo que deja este genial ensayo, originalmente titulado “El árbol del odio” y recuperado por la editorial “Áltera” para reeditar hace ya cerca de 4 años.

Conste que lo había visto cientos de veces en las estanterías de las librerías a las cuales soy asiduo, pero debido a que trataba de un tema que tenía por conocido, no me tenía con ganas de leerlo. Tanto fue así que tuve que esperar a que un gran amigo y vecino italo-argentino me lo recomendase tan fervientemente que al poco estaba en su casa revisando su biblioteca para llevármelo a casa. Pues bien, eso fue hace 3 días y he de decir que este ensayo me ha tenido enganchado desde principio hasta el fin.

Se trata en síntesis del trabajo de un profesor universitario norteamericano que dedicó su vida al estudio de España y lo hispano, siendo una verdadera referencia a nivel internacional como hispanista e historiador,  llegando a la triste y comprobada realidad de cómo la historia de las Españas había estado brutal e hipócritamente manipulada por sus enemigos, de tal forma que esa historia oficiosa, romántica y fulera acabó por adoptarse como cierta y oficial por las naciones y pueblos que tenían como rasgo vital una idiosincrasia completamente antagónica de lo que lo hispano representaba, así como en la misma piel del toro las propias corrientes anti-hispánicas no solo aceptaron la mentira, sino que la esgrimieron como arma política.

El trabajo lo componen tres partes, Dimensiones de la Leyenda Negra, Desarrollo de la Leyenda y Ecos de la Leyenda, en las cuales el autor realiza un extraordinario trabajo de sociología histórica en el cual analiza, aportando vasta documentación y bibliografía, los motivos en su mayor parte onerosos y alguno relativamente comprensible de la formación, desarrollo y consecuencias de la Leyenda Negra, tomando como punto de partida los sucesos históricos de mayor trascendencia como la conquista de las Indias, la desmedida filosofía emanada  de Bartolomé de Lascasas, la presencia aragonesa en Italia,  la competitividad en lo comercial, el papel de la monarquía hispánica en la Europa de los siglos XVI y XVII, el desarrollo del protestantismo,  la defensa de la Fe y la Civilización cristiana, etc…que en su momento dotaron de una misión de tal calado a la monarquía española que tuvieron sus consecuencias, para lo bueno y para lo malo, y como en todo proceso de tamañas dimensiones, lo normal es que se monte un circo y te crezcan los enanos, siendo estos en nuestra historia los italianos, los judíos, los alemanes protestantes, los holandeses, como no los franceses e ingleses, más adelante los revolucionarios e ilustrados de toda índole y nacionalidad (incluidos los hispanos) para acabar con el lógico agotamiento de una filosofía de vida frente a otra, siendo la primera completamente machacada incluso después de muerta, situación que a día de hoy todavía sufrimos y que se traduce en el propio complejo de auto-culpa existente en España, el definido muy acertadamente por el autor como el complejo de superioridad nórdico,  el resentimiento inyectado de forma artificial en el planteamiento indígena americano-filipino y el eterno resentimiento judío hacia todo lo español.

Todo este proceso se ha ido retroalimentado de tal forma que ha llegado a aceptarse como dogma de fe, reproduciéndose hasta la saciedad en los libros de texto e historia poco especializada pero muy consumida, esgrimiendo las, ya demostradas falsas,  bazas de la Inquisición, la matanza de indios, el ansia de oro, la crueldad y el obscurantismo frente a la nobleza y humanidad del europeo protestante, ilustrado, revolucionario, socialista y ahora políticamente correcto. Lamentable, si, pero por un lado es un proceso lógico en el que, como decía, se enfrentan dos filosofías puramente opuestas, la cristiana frente a la materialista. Sobra decir que la historia la escriben los vencedores, pero aquí viene lo importante, existiendo tan gigantesca documentación, hechos comprobables y realidades político sociales palpables a día de hoy, ¿es posible seguir manteniendo la Leyenda Negra como dogma de fe? Este trabajo nos demuestra que no, no es posible, la Leyenda tiene demasiado en su contra, principalmente la razón y la lógica así como la sinceridad de la cual carece, baste solo una mente noble y un estudio medianamente riguroso para desmontarla y enterrarla en el sucio agujero de donde nunca debió salir y ese es nuestro trabajo querido lector, desde las familias a las escuelas, la historia y la verdad, el corazón y el alma.    


La Leyenda Negra, de Ricardo García Carcel y Lourdes Mateo Bretos.

Biblioteca de "El Sol" 1990
Por otro lado encontré en mi biblioteca un pequeño ensayo de Ricardo García Carcel y Lourdes Mateo Bretos titulado “La Leyenda Negra”, editado en 1990 por Biblioteca “El Sol”,en el cual se vienen a demostrar la tesis del profesor P.W.Powell en cuanto a la autolesividad y fácil influencia en la mente hispana . Para empezar, remarcar que este pequeño trabajo evita por completo hablar del hecho americano y, ya me dirán ustedes, como se puede abordar el proceso de creación de la Leyenda sin tomar en cuenta la Conquista, por lo tanto, mal empieza.  

Esto ya me hizo ponerme en guardia y levantar los puños a modo defensivo, pues mala espina me da lo que está mal hecho…no pudo ser más correcta mi posición. En el ensayo se pretende abordar la Leyenda desde un punto de vista objetivo que esconde detrás la simple y maliciosa intención de perpetrar la Leyenda y la comprensión absoluta para quienes la iniciaron y fomentaron. La verdad es que no me esperaba otra cosa viniendo de donde viene la editora, pero uno siempre conserva la ingenuidad.

Es un completo posicionamiento frente a lo que significó el hecho hispánico y la propia base intelectual de todo ello, aportando datos siempre contrarios sin analizarlos ni criticarlos desde la objetividad que pretenden mantener, incluso en los capítulos dedicados a la propia Leyenda en suelo español, da voz y voto a los disidentes y herejes patrios sin contrastar dicha información con la voz general y popular de un país en pleno auge intelectual (hablamos pues, del Siglo de Oro) que se desangraba literal y metafóricamente por una idea imperial (recomiendo contrastar, a quien tenga la mala suerte de leer esta bazofia, con el ensayo “La idea imperial de Carlos V” de Menéndez Pidal) .

En fin, un despropósito general que ni tan siquiera cuando pretende aparecer a los ojos del lector como un trabajo serio y erudito de investigación consigue su objetivo.

Ideal para el adoctrinamiento de estudiantes y el regodeo del progre.

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