La batalla de las Navas de Tolosa por Victor Morelli |
Ya en 1210, el Papa Inocencio III ordena al Arzobispo de
Toledo Don Rodrigo Jiménez de Rada que actúe sobre el Rey Alfonso VIII, para
que reanude su lucha contra el Islam en la Península.
El sueño de Inocencio III...¿La Cruzada? |
A finales de este año, el Papa escribe a todos los Obispos y
Arzobispos de España para que ayuden al Rey de España y a su hijo el infante
Don Fernando en la lucha contra los sarracenos, perdonando a quien participe en
dicha causa, todos los pecados. También concede “la misma remisión de los
pecados a los extranjeros que por propia devoción vinieran a realizar fielmente
esa obra”, lo que convierte la campaña en una Cruzada.
En septiembre de 1211 cae el castillo de Salvatierra en
poder sarraceno, aniquilando a los Calatravos que desde 1209 lo defendían. Este
hecho es el detonante de la campaña que se realizará al año siguiente. Alfonso
VIII, durante un Consejo en Toledo, decide dar batalla a los almohades en la
semana de Pentecostés del siguiente año.
Con el fin de lograr más apoyo exterior, Alfonso VIII envía al
obispo de Segovia a Roma, con el objeto de solicitar al Papa una nueva bula que
predique la Cruzada. el Obispo Gerardo y el Papa Inocencio III, se reúnen en
Roma, y el resultado es una nueva toma de decisiones del Papa.
Jiménez de Rada y A.Nebrija |
Mañana, mientras estéis quitando el papel a la magdalena u
os miréis al espejo para afeitaros unos o maquillaros otras, recordad que un 31
de enero de 1212, hace exactamente 800 años, salió de Roma el Arzobispo de Sens
(ciudad francesa), con la orden directa del Papa de buscar apoyos en toda
Europa en auxilio del Rey de Castilla. Esta campaña publicitaria ya la anotaron
los musulmanes en sus crónicas: “los frailes cristianos fueron desde
Portugal a Constantinopla pidiendo ayuda”.
Aunque los preparativos comenzaron años antes, un 31 de
enero de 1212 se pone en marcha la gran Cruzada.
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