En ocasiones es necesario superar la barrera de lo posible, convirtiendo nuestras miras en elevadas pasiones que, transformando la virtud de la Esperanza, alcancen la máxima y excelsa determinación del alma.
Porque la forma más alta de eso que empeñamos en llamar Esperanza la alcanzamos a través de la desesperación superada. Pero no superaremos la desesperación si no empleamos un coraje que a la vez sea - paradójicamente - desesperado.
Esto es precisamente lo que se espera de nosotros.
Esto es precisamente lo que se espera de nosotros.
Coraje hermano, para actuar y para pensar
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Actuar y Pensar fuera de esa selva de palabras vacías qué sirven para todo y para todo el mundo e introducirnos en el Verbo Eterno, que rebosa de Camino, de Verdad y de Vida. Pura vida.
Porque debemos de hacer lo posible para estar dispuestos a correr ese riesgo; el riesgo de creer y, el riesgo de hacer, el riesgo de pensar y el riesgo de actuar, que no es poca cosa . Conjugar fe y obras para que se eleve el alma y que arda el pecho y ,mirando hacia delante , podamos de una vez por todas conjugar pensamiento y acción. Porque un pensamiento que no actúa no vale un quejido y, una acción que no se piensa, no es - ni significa - absolutamente nada.
Pensamiento y Acción en la Eternidad, fuera de los dogmas del Mundo Moderno y su aburrida y desquiciante unanimidad en lo heterogéneo.
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