lunes, 3 de marzo de 2014

Bienvenidos a la realidad

La propia metafísica liberal y el hedonismo moderno - la exaltación del "yoismo"- que propugna  no solo se encuentran haya donde han triunfado visiblemente esas relaciones, lugar éste que podríamos identificar con gran parte del mundo desarrollado y descivilizado . En nuestra moderna sociedad, donde las identidades ya no se hacen sino que se eligen, esa dimensión se extiende también entre quienes dicen oponerse al propio sistema.

De eso pecamos mucho en este mundillo que nos empeñamos en llamar bobaliconamente tradicionalista.

Precisamente ayer en una breve conversación con el colega El Bandido Realista  tratamos de ello.

Esto da que pensar, no crea el lector que me voy por los cerros con reflexiones intempestivas (que son mi común y mi pesar) debido a que se trata de un tema de rabiosa actualidad y que por desgracia tengo el cruel castigo de soportarlo diariamente.
En fin, cuando en lugar de pensar en comunidad, se está más pendiente de mostrar y demostrar la pureza personal, la coherencia interna, las actitudes propias, estamos viendo otro ejemplo de la "identidad del especial", del fariseo, del "yo" más pendiente de que en su lápida ponga "fui puro", a que ponga "hizo todo lo posible". Los segundos son los imprescindibles, los primeros hacen de su vida un producto de consumo.

Bienvenidos a la realidad.




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