El optimismo no es otra cosa que el sucedáneo de la esperanza que posee el hombre sin fe; este se puede encontrar fácilmente en cualquier parte, incluso, por ejemplo, en el fondo de una botella.
La Esperanza, en cambio, se conquista.
No se llega a la Esperanza sino a través de la Verdad, al precio de grandes esfuerzos y de larga paciencia.
Para encontrar la Esperanza hay que ver y vivir más allá de la desesperación. Cuando un hombre se atreve a viajar hasta el final de la noche se encontrará , de nuevo, el amanecer.
La Esperanza, en cambio, se conquista.
No se llega a la Esperanza sino a través de la Verdad, al precio de grandes esfuerzos y de larga paciencia.
Para encontrar la Esperanza hay que ver y vivir más allá de la desesperación. Cuando un hombre se atreve a viajar hasta el final de la noche se encontrará , de nuevo, el amanecer.
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