(1870-1919) |
El Lirio Cárdeno
En el jardín del Alcázar luce un gran lirio morado,
Un gran lirio cuya pompa las demás flores humilla
Y que en su altivez enhiesta parece un abanderado
Que majestuoso enarbola el pendón real de Castilla.
No hay reyes ya, ni hay infantes que por los sitios umbrosos
Discurran como en las tardes de otros tiempos discurrían,
Comentando bellos lances venatorios o amorosos,
Y ostentando, a las miradas
De los villanos ingenuos, aquellas ropas chapadas que traían.
La sala de Alfonso el Sabio luce grecas de oro viejo
Y hay un balcón donde el cielo miraba el Rey, que al saber
Los absurdos del sistema tolemaico, muy perplejo
Pensó que si le llamara Dios a su santo consejo
Antes que construir el mundo….mejor le hubiera de hacer
¡ Cuántas acordadas músicas aquellos muros oyeron!
¡ Cuántas trovas estas torres en la quietud oportuna…!,
Y estas grises galerías, ¡ cuántas veces pasar vieron
La majestad desdeñosa de don Álvaro de Luna ¡
En los campos melancólicos los cierzos vienen y van,
Y parece que, añorando las dulces cosas que fueron,
Nos murmuran al oído : ¿ Qué se hizo el rey Don Juan…?,
Los infantes de Aragón, ¿ qué se hicieron ?
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