JESUS BALMORI
“Crisol de veinte Estados castellanos,
reina que sostuviste con tus manos
de dos mundos la esfera estremecida
y rasgaste en pedazos tu bandera
para que la enseña de esos pueblos fuera
jirón de tu alma y soplo de tu vida.
¿Qué te importa que en tierras del Oriente
coronarán de abrojos la tu frente?
¿Qué el que las Américas en coro
se desprendieran todas de tus brazos?
¡Un anillo de oro hecho pedazos
ya no es anillo, pero siempre es oro!
Por igual en las pampas argentinas
que en nuestras sementeras filipinas
la espiga de oro que en el sol se baña
y la flor que perfuma estremecida,
son vida y alma tuya, Madre España”.
Cuando habla el alma, sobran las palabras
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