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Editorial "O crece o muere", 1955 |
Interesante ensayo de este católico, escritor y periodista
inglés, el cual nos ofrece la visión de su tiempo y una retrospectiva del
catolicismo inglés cuya contemplación y reflexión radica en los momentos clave,
a nivel social e intelectual, que atravesó principalmente desde su nuevo y
vigorizante despegue a finales del siglo XIX hasta el momento de la elaboración
de este trabajo (1954). Para ello el autor se sirve de dos figuras básicas, el
cardenal John Henry Newman y el periodista Gilberto Chesterton.
En cuanto a la figura del Beato Newman, se nos introduce en
los antecedentes históricos que precedieron a ese, como diría antes, despegue
filosófico y religioso católico en Inglaterra así como en el meollo intelectual
de John Henry Newman. Para crear una base de antecedentes el autor nos sitúa en
la Revolución
francesa, el exilio y asentamiento de sacerdotes franceses en Inglaterra como
consecuencia de la anterior hasta un análisis bastante interesante de la
High Church y su consecuencia en “La Escuela de Oxford” de
donde proviene Newman, así como un capítulo bastante interesante que trata
acerca del comienzo y final de lo que se denominó “La controversia anglicana”.
Por supuesto, sin olvidar las bases para entender el proceso de conversión de
parte del clero anglicano al catolicismo.
El autor realiza también una importante labor divulgativa a
fin de conocer los pequeños núcleos católicos ingleses, estructuras
intelectuales y sociales de estos así como su tendencia política. Este es el
punto más flojo del ensayo, donde el autor pretende , con cierto aire de
“liberalidad”,que el lector extranjero (que es a quien va dirigido este ensayo)
comprenda la relativa inactividad del catolicismo sociológico inglés con cierta
e histórica tendencia al liberalismo, así como una bastante desafortunada
comparación con la realidad irlandesa.
En cuanto a su análisis acerca de la apologética de
Chesterton, es bastante bueno salvo en el aspecto económico, donde pretende centrarse
únicamente en la oposición a la colectivización y trata de forma bastante
pesimista y hasta irrealizable la visión que tanto Chesterton como Belloc
ofrecían al mundo de lo que el considera personal filosofía de la distribución
de la propiedad (parece que el Señor Woodruff no debía conocer las fuentes de
donde bebieron los ideólogos del distributismo). Decía que el análisis de la
apologética de Chesterton era bastante bueno, pues el autor lo concibe como una
apologética dirigida no únicamente a defender la existencia y obra de la Iglesia de Roma, sino
también a sus grandes esfuerzos por fortalecer la Fe como hecho intelectual y espiritual al alcance
de la mayoría, no solo de las élites intelectuales.
Por último el autor realiza un breve análisis de la
situación del catolicismo inglés y un interesante recuento de las tradiciones
políticas inglesas como fruto, precisamente, de lo que se denomina vieja
religión o Religión Verdadera, aportando como síntesis que Inglaterra en el
fondo nunca ha dejado de ser católica…algo bastante cuestionable.
A pesar de tener ciertas sombras, es un trabajo bastante
interesante para conocer la evolución social e intelectual del catolicismo
inglés que nos ayuda, a día de hoy, a entender las bases de esa nueva
“controversia anglicana” que se está dando en nuestros días y que, Dios
mediante, sirva para recoger sanos y numerosos frutos. De momento la cosa no va
mal.